Parece un buen momento de vida para reconocer quién soy, mis enseñanzas y mis defectos. Hago un recuento de lo que he aprendido de mí. De lo que al día de hoy, tengo por cierto... Me gusta mi libertad, disfrutar el momento presente, y compartir mi vida con quien yo decida hacerlo. He aprendido a desapegarme y a alejarme de quien me hace daño. Me atrae tremendamente la gente inteligente. Pienso que una mente brillante, es mucho más sensual que el mejor de los cuerpos. Soy aventurera de corazón, y la naturaleza es un imán. No hay mayor paz que la que encuentro cuando hago contacto con la tierra. Cuando me entrego, lo hago sin reservas y me encanta dar. Cuando alguien quiere controlarme o manipularme, huyo. Puedo tener un caracter muy fuerte, pero no soy rencorosa. No me gusta parecer débil, pero soy sensible, y ya no me guardo mi sentir. He aprendido a agradecer todo lo cotidiano, estoy convencida de que soy un ser bendecido, y de que el agradecimiento es abundancia. Mi mayor regalo y mi mejor espejo, son sin duda mis hijos. Con ellos experimento a diario un profundo amor, y ponen a prueba mis valores más arraigados. Las lágrimas han sido para mi crecimiento, y soy absolutamente optimista. La amistad es un gran valor, soy leal y protectora. Tengo enormes defectos como cualquier ser humano, pero ya no me culpo por ellos. Sé que la culpabilidad y la victimización son el mayor daño que puedo hacerme a mí misma. He tenido oportunidades de no serlo, pero soy incorruptible. He aprendido a ser honesta, y desde entonces no incluyo en mi círculo a la gente mentirosa y doble cara. Mis grandes pasiones son escribir, cantar, meditar, leer, seguir aprendiendo y compartir mi tiempo con los que amo. Me encanta caminar descalza, viajar y de vez en cuando quedarme totalmente sola a disfrutar de mi espacio. Hoy sé que mi soledad es un privilegio. Me alejo de los chismosos, porque son un virus. No odio a nadie, pero si tengo una lista clara de a quién prefiero tener lejos. Aprendí en el camino que mi congruencia y mi espiritualidad son primero, aprendí también que el respeto y la tolerancia por lo que no es como yo, me hace más completa. Que mis huecos sólo puedo llenarlos con mi amor propio, y que mi felicidad solo depende de mí. Cada vez me importa menos lo que piensen los demás de mí, y no busco pertenecer, porque ya me pertenezco. Gracias a los que han sido mis maestros y compañeros de camino. Gracias a los que leen estas letras y a los que me siguen. Espero siempre poder llevar un poco de luz por donde camino...